Quizás será ésta una de las preguntas que más van a rondar por la cabeza de mucha gente una vez pase esta crisis del coronavirus (COVID-19) y nos veamos sumergidos en la ya vaticinada crisis económica provocada por sus efectos. Siendo la economía y nuestro compromiso de ahorrar en las comunidades de propietarios uno de nuestros pilares básicos, vamos a tratar de resolver esta pregunta con unos cuantos consejos clave:
Ahorrar renegociando los contratos
Los contratos con los proveedores de las comunidades de propietarios, por norma general, presentan las siguientes tres características:
– Se renuevan automáticamente.
– Están sujetos a permanencia.
– Sufren un incremento de precio anual por la inflación.
Es necesario conocer qué servicios tiene actualmente contratados la comunidad, qué cuantías se pagan y hasta cuando existe permanencia en cada uno de ellos.
Una vez conocido esto, debemos centrarnos en aquellas partidas que representen el mayor porcentaje de gasto de nuestra comunidad, ya que, de estas partidas, es de dónde más ahorro conseguiremos. Con la debida antelación al vencimiento del contrato, debemos comunicar a nuestro proveedor que queremos una mejora de las condiciones y, una vez obtenida su respuesta, entrar en contacto con diferentes empresas de la competencia para conocer sus ofertas, compararlas y así poder tomar la mejor decisión para la comunidad.
Esto nos asegurará actualizar el precio de los contratos de nuestra comunidad a los precios reales de mercado según los servicios que queramos obtener. Obteniendo un ahorro muy importante para nuestra comunidad. Sólo con este punto, en Veris estamos obteniendo un gran ahorro en los gastos de las comunidades que administramos.
Adecuar la Comunidad a sus necesidades REALES
Muy a tener en cuenta antes de renegociar los contratos, es estudiar la adecuación de la comunidad a sus necesidades reales en cada momento, así, seremos mucho más eficientes en el ahorro de nuestra comunidad a la vez que establecemos la base de cuáles van a ser las necesidades reales de nuestra comunidad.
Ejemplos:
- Contratos que tenemos con nuestros proveedores, que incluyen servicios que no son necesarios para nuestra comunidad, o han quedado desfasados por el paso del tiempo.
- Posibilidad de adaptar la limpieza de una comunidad con más afluencia en los meses de verano. Incrementado la frecuencia de limpieza en estos meses y reduciéndola en los meses de menos afluencia.
Control y cobro de la morosidad
Llevar un control actualizado de los impagos, y realizar una buena gestión del cobro de la morosidad, nos ahorrará tener que incurrir en gastos o derramas por parte de los propietarios que sí atienden debidamente a las cuotas. Es obligación de cada propietario satisfacer en tiempo y forma las cuotas de su comunidad, aunque, por diversas razones, no todos la cumplen.
Esta situación pone en peligro la buena marcha de nuestra comunidad y es necesario actuar contra estas personas para que cumplan sus obligaciones.
El procedimiento recomendable, es establecer una comunicación con el moroso y conocer las causas del impago. Quizás el impago se pueda deber a algún error bancario o a algún retraso puntual que será satisfecho en cuanto antes.
Por norma general, mediando con estos propietarios se suele llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Si finalmente no se llega a un acuerdo, la comunidad debe acordar el denunciar la situación ante la justicia para que este indeseado problema no se alargue en el tiempo y pueda repercutir en gastos innecesarios.
Contratación de servicios de manera conjunta
Existen productos y servicios que son comunes en múltiples viviendas dentro de una comunidad, los mismos se pueden adquirir de forma conjunta, reduciendo significativamente los gastos, ya no sólo los comunitarios, sino también los particulares y, por consiguiente, generando un ahorro directo para nuestros bolsillos.
Os dejamos el enlace a nuestro post del Blog dónde desarrollamos más este concepto: Cómo AHORRAR en casa aprovechando las nuevas tecnologías y tu Comunidad de Vecinos
Junta de gobierno transparente y comunicativa
Tanto el presidente como el administrador deben de ser personas competentes, razonables y sobre todo transparentes.
Los diezmos y comisiones ocultas en trabajos o contratos están a la orden del día, tristemente, algunos buscan su propio interés aún si con ello perjudican a otras personas.
Si los propietarios honrados se desentienden de la participación en la comunidad y en su gestión, no es inusual que surjan una serie de oportunistas que aprovechen para ir drenando hacia ellos el dinero del resto.
Contratar un buen Administrador que se encargue de todos estos puntos es siempre la mejor opción, al estar al tanto de todo lo que gira en torno a las necesidades que tiene una comunidad, un administrador siempre sabrá escoger los precios más interesantes para cada servicio, e identificar la mejor solución cuando surge algún problema en la finca.